El liderazgo en femenino: concienciación y formación
- Publicación: 08 de marzo del 2023
La mujer tiene cada vez más fuerza en el mundo empresarial, el liderazgo femenino va tomando posiciones y poco a poco los índices porcentuales de presencia femenina en puestos de mando son cada vez mayores. Sin duda alguna, nos encontramos ante un momento de cambio y esta situación supone entender nuevas formas de liderazgo que permita más diversidad de criterios y amplitud de miras.
Los datos demuestran que el avance es posible gracias a las nuevas iniciativas proactivas que apuestan por una igualdad real en la empresa y, sobre todo, gracias a una mayor concienciación del impacto positivo de la presencia femenina en la alta dirección del tejido empresarial.
En España, el 36% de los puestos de dirección en medianas empresas están ocupados por mujeres, un dato muy alentador que nos sitúa por encima de la media europea. Cada vez está más claro que la llegada de la mujer en puestos de mando aporta nuevos criterios. Así lo explica la presidenta de Directivas de Aragón, María Sasot, para quien “la diversidad siempre significa aportar riqueza, así que el hecho de la mujer esté en puestos de dirección aporta a las organizaciones mayor abanico de criterio, de opinión, de amplitud de miras… lo que supone poder obtener mejores resultados”. No solo eso, también supone “el crecimiento económico de un país y de una sociedad”, según argumenta Isabel Garrido, responsable del departamento de Calidad de DKV Seguros.
En este sentido, opina Victoria Martínez, responsable de Producción de la productora Factoría Plural de Grupo Henneo, quien considera que “hombres y mujeres somos complementarios, vemos las cosas de manera distinta, y mejoramos en nuestra visión conjunta”. La igualdad de género tiene cada vez más peso en la sociedad en general, y en la empresa en particular. “Muchas empresas están trabajando ya para que las mujeres asuman, cada vez más, puestos de mando y dirección ya que su visión y la manera de gestionar los equipos y el negocio ayuda a conseguir sus objetivos de una manera eficiente y sostenible”, argumenta Isabel Garrido.
Las tomas de decisiones en el mundo empresarial suelen ser temas complejos que se valoran desde muchas perspectivas, y “la forma de pensamiento entre hombres, mujeres, personas con diferentes vivencias aporta y dan más claridad en la toma de decisiones; la mujer pone sobre el tablero diferentes formas de gestión y crea que haya mayor integración dentro de los stakeholders sociales que, a día de hoy, actúan en la sociedad”, en palabras de Beatriz Pérez, Corporate Relations Account Director del IE.
Sin duda, en los últimos años se ha realizado un gran camino. Existe una gran concienciación y aunque las barreras se van atenuando, en general nos cuesta más llegar a los puestos de dirección. Los obstáculos son de lo más variado, comenzando porque “cuando un consejo de dirección está formado absolutamente por hombres, es más fácil que miren a otro hombre para nombrar un nuevo puesto de dirección”, considera Victoria Martínez. Otras barreras pueden estar relacionadas con la falta de igualdad en los propios hogares, donde tanto el hombre como la mujer puede tener una carrera brillante y, por tanto, las responsabilidades familiares se tienen que repartir.
Una cuestión muy importante en esta evolución está directamente relacionada con la formación y la concienciación. “Hemos dado el paso de querer estar”, argumenta María Sasot. Y eso que todavía quedan muchos sesgos relacionados con la cultura social por la que muchas niñas y adolescentes no se sienten lo suficientemente atraídas por carreras STEM. De hecho, alcanzada la trayectoria profesional, “la evolución va más lenta, por ejemplo en áreas industriales en las que la presencia femenina hasta ahora era menor. Pero es verdad que ya se están incorporando compañeras en puestos de responsabilidad”, según explica Natalia Alcubierre, directora de Medio Ambiente de Grupo Saica. La sensibilización y la formación son dos puntos clave para superar las barreras que todavía quedan ancladas. De ahí que los itinerario formativos LiderA Directivas y LiderA Predirectivas sean según Ana María Farré, Directora del Campus Ibercaja, una "propuesta necesaria para dotar a las mujeres profesionales de recursos y habilidades para mejorar su bienestar y su competitividad que las capaciten para desempeñar con soltura puestos directivos, facilitando la asunción de ese compromiso y facilitarles la toma de decisiones" Ana María también destaca que otra de las claves de éxito es que estos programas es la "generación de redes de contactos muy enriquecedoras y duraderas".
La formación es una de las herramientas que ayudarán a las mujeres a seguir la estela del liderazgo femenino. Es necesario “impulsar a las mujeres para que se sigan formando porque cuando se terminan los estudios universitarios tienes que seguir formándote y más si quieres llegar a puestos directivos”, según explica María Sasot. En este sentido, los datos hablan de que únicamente un 10% de las mujeres que terminan estudios universitarios continúan formándose para llegar a cargos de mando. “Si las mujeres no estamos formadas para esos mandos, los consejos de dirección no van a poder elegir en paridad, con lo cual ese es un trabajo de las mujeres, pero también de las organizaciones para que impulsen a las mujeres a la formación en áreas de liderazgo”. Precisamente, Fundación Ibercaja en colaboración con Directivas de Aragón han diseñado y puesto en marcha los programas LiderA Directivas y LiderA Predirectivas, que tienen como principal objetivo impulsar la igualdad de oportunidades en la dirección de las organizaciones.
Estos programas trata de contribuir al fomento de las mujeres en puestos de decisión en empresas e instituciones a través de un itinerario formativo dirigido a mujeres. No caben dudas de que se ha recorrido un gran camino y se han salvado muchos obstáculos, pero todavía queda mucho por hacer. Este avance hace pensar que “queda menos para poder llegar a dirigir y asumir más responsabilidades; entre todos tenemos que encontrar la manera de poder trabajar todos juntos y aportar valor”, concluye Natalia Alcubierre. Todo ello es necesario unido a la flexibilidad, de líderes y empresas, y a la empatía para facilitar la conciliación que permita seguir el ritmo profesional. Ello permitirá que las mujeres puedan tener un compromiso mucho mayor con sus proyectos profesionales y alcanzar sus metas de liderazgo.
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