Entrevista a Ágatha Ruiz de la Prada en Campus Ibercaja: “Para ser diseñador hay que dedicar un mínimo de tres horas al día a la Cultura”

- Publicación: 20 de octubre del 2023
Pregunta.- Su participación abre el Ciclo Influyentes de Campus Ibercaja. ¿Se considera usted una persona influyente?
Respuesta.- Bueno, yo creo que soy microinfluyente, llevo muchos años. Antes me ponían en las listas de las mujeres más influyentes de España, ahora ya no me ponen, pero bueno ni me importaba antes ni me importa ahora.
P.- El impulso y la apuesta por la formación y el desarrollo profesional de las personas es uno de los principales objetivos de Campus Ibercaja. Para ello se desarrollan programas como este Ciclo Influyentes que usted abre esta tarde. ¿Qué opinión le merecen este tipo de iniciativas?
R.- Todo lo que sea un plan me parece fenomenal, y esto es algo que he heredado de mi abuela. Yo tenía un director general que decía que para ser diseñador hay que dedicar un mínimo de tres horas al día a la Cultura. Puede ser leer un libro, ir a un concierto, leer el periódico, o puede ser venir a una conferencia. Lo que no puede ser es que te metas en tu casa, y eso que a mi me encanta estar en casa, pero no te puedes meter en tu casa y decidir que no quieres conocer a nadie, ni oír a nadie. Por lo tanto, es muy de agradecer que Campus Ibercaja actos de este tipo. Yo llevo colaborando con Ibercaja igual 35 años, ya organicé entonces un desfile en Zaragoza.
P.- Con 20 años empezó a trabajar como ayudante en un estudio, un año después realizó su primer desfile y un año después abrió su primera tienda. ¿Se consideraba entonces emprendedora?
R.- Tenía 20 años y hacía todo: pagaba mis telas, mis modistas, todo. Y luego cuando mis hijos tenían 20 años me parecían bebés recién nacidos. Trabajar, como otras muchas cosas, cuanto antes empieces mejor; ahora viene la gente que tiene cinco carreras y ocho masters y les dices que te acerquen el bolso y te miran con cara de pensar “pero esta cretina qué se está pensando que me manda a coger su bolso”. Entonces, cuando estás acostumbrado a trabajar, te gusta, te divierte. Así que cuanto antes se empiece a trabajar, mejor.
P.- Pero no solo se ha dedicado a la moda en su larga trayectoria… también ha trabajado en el sector hogar, muebles decorados, menaje, perfume, etiquetas de vino y hasta ha publicado libros. ¿Qué le falta por hacer como emprendedora?
R.-He hecho muchas cosas, y la suerte que tengo es que después de haber hecho tanto es un milagro que me siga divirtiendo. Los diseños de Ágatha Ruiz de la Prada siempre se han caracterizado por ser originales y genuinos.
P.- Háblenos del valor de ser original, ahora que hay tantas empresas que se dedican a copiarse unos a otros.
R.- Yo siempre he ido vestida de Ágatha Ruiz de la Prada y he tenido épocas en que me ha copiado mucho la gente, pero yo ya sabía que se cansarían. Es como si yo me visto de sevillana un día para ir a la Feria de Sevilla, que a las seis horas ya no puedo más; y me encanta Sevilla y la feria, pero no se me ocurriría ir por Madrid vestida de sevillana. Entonces, yo creo que cuando la gente te copia al final se cansan de copiarte.
P.- ¿Cómo ha cambiado a lo largo de su trayectoria su forma de plantearse el trabajo y los nuevos retos que va adquiriendo?
R.- No ha cambiado nada, yo solo se trabajar todos los días de mi vida. Eso me encanta, y ojalá que me siga gustando. Y me pasa que el día que he trabajado mucho estoy muy contenta y el día que he trabajado menos estoy menos contenta; tengo como cargo de conciencia si no he trabajado mucho.
P.- Un mundo tan rápido como es la moda, el ‘fast fashion’, ¿está reñido con el mimo al Medio Ambiente que requiere ahora de toda nuestra atención? ¿Cree que es necesario que la moda sostenible diga adiós al ‘fast fashion’?
R.- Fíjate yo creo que precisamente el fast fashion es lo que puede salvar al mundo. Imagínate que yo llegara a la India, a Bangladesh o a China y les dijera en una fábrica: “Mira, como no dejáis de contaminar os dejo de comprar”. Entonces dirían, “pero bueno, esta enana qué se ha creído”. No me harían ni pizca de caso. En cambio, si la que dice eso es Marta Ortega, pues los señores se ponen las pilas y lo cambian. Además, Marta Ortega tiene muchísimas ganas de convertirse en una empresa sostenible y cuando una persona tiene tantas ganas, tiene muchas posibilidades de lograrlo.
P.- Precisamente, sabemos que el Medio Ambiente es una de sus preocupaciones. ¿Cómo aplica la sostenibilidad en su trabajo actualmente?
R.- Yo llevo desde que empecé a trabajar. Mi abuelo hace 100 años ya era ecologista; y mi padre, que no era el hijo de mi abuelo sino su yerno, también era ecologista por muchas razones. Siempre nos decían apaga la luz, no gastes agua. Teníamos una casa en Lanzarote donde traían el agua en camiones, y luego yo he estado mucho en el campo y cuando tú estás en el campo y tiras una lata mañana la ves, pasado la ves. Entonces mejor recogerlo. Yo tengo una conciencia ecológica en la sangre y intento aplicar. En este momento, en el mundo de la moda todo el mundo quiere ser ecológico, ¿cómo lo podemos hacer? Pues estamos todos volviéndonos locos para ver cómo lo podemos mejorar, creo que aún no lo sabemos pero al menos queremos, que eso ya es un paso muy importante.
P.- La moda sostenible es una tendencia en crecimiento en la actualidad y cada vez más personas se preocupan por el impacto ambiental y social de esta industria. ¿Qué cree que los negocios deben aplicar en este sentido?
R.- Mira, acabo de estar en un país en el que la gente no recicla y me he sentido tan incómoda… Si alguien no recicla me parece de quinta regional. Cuando yo era pequeña la gente iba en coche, abría la ventanilla y tiraba las cosas. Ahora, tú ves a alguien hacer eso y te dan ganas de meterle en la cárcel. Es algo deplorable, de muy mala educación. Esa conciencia ha cambiado y cada día estamos todos por hacer esa labor y se nota. Hay muy pocos sitios ya en los que la gente no recicla y yo si veo que no van a reciclar me llevo lo que sea a mi casa para reciclarla yo.
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